Hezbolá e Israel combaten sobre el terreno en el sur de Líbano
El ejército israelí anuncia la muerte de ocho militares en
el país vecino, donde mantiene choques directos con integrantes del
partido-milicia chií que tratan de frenar la invasión
La ofensiva de Israel contra Hezbolá se intensifica con combates terrestres a
corta distancia en el sur de Líbano, donde han muerto ocho militares israelíes
este miércoles, algunos en esos choques directos. A la espera de la represalia
al ataque iraní de la víspera con 180 misiles ―“Cometió un grave error y pagará
por ello”, advirtió su primer ministro, Benjamín Netanyahu―, el ejército ha
anunciado este miércoles el envío de más tropas al país vecino, lo que sugiere
una ampliación de la escala de su incursión terrestre.
A la 98 división (el cuerpo de élite del Ejército de Tierra que combatió
durante meses en Gaza), se suma ahora una división de infantería, una brigada de
blindados y soldados de Golani, otra famosa brigada. La aviación israelí ha
vuelto a bombardear el suburbio chií de Beirut, Dahiye, donde se podían oír los
bombardeos durante la madrugada, y ha ordenado la evacuación de más localidades
del sur de Líbano.
Menos de dos días después de que Israel pusiera en marcha su ofensiva
terrestre en el sur del Líbano, esa extensión se traduce en que las tropas
israelíes se enfrentan ya a milicianos de Hezbolá con combates incluso a corta
distancia, según reconocen tanto el partido-milicia chií como el ejército
israelí, que ha anunciado este miércoles la muerte de ocho de sus soldados. Los
militares que participan en la invasión, apoyados por la Fuerza Aérea, han
eliminado a varios “terroristas” (en referencia a milicianos de Hezbolá) y han
desmantelado parte de la infraestructura del grupo en la zona de la incursión,
donde se producen también “enfrentamientos a corta distancia”, señala un
comunicado castrense. Por la mañana, la milicia ya había dado cuenta del fuego
cruzado dentro de territorio libanés con las tropas israelíes, a las que asegura
haber rechazado en la aldea de Odeiseh, afirmó en un comunicado del grupo.
Mientras, las autoridades del Estado israelí han reconocido que la ofensiva
iraní del martes, la más intensa lanzada por Teherán, golpeó sin causar víctimas
algunas bases aéreas militares, donde fueron dañados varios edificios de
oficinas y otras instalaciones, pero no los aviones de combate, drones,
armamento, munición o infraestructura crítica.
El balance provisional hecho por el Ministerio de Salud libanés cifra en 55
los muertos y 156 los heridos a consecuencia de la ofensiva aérea de las últimas
24 horas en ciudades y pueblos del sur del país. Por su parte, el ejército
israelí ha anunciado la muerte del primero de sus hombres en la incursión
terrestre: un capitán de 22 años originario de la ciudad de Modiin.
Mientras, el partido-milicia chií mantiene la presión con el lanzamiento
cotidiano de misiles hacia Israel, según ha reconocido el grupo este miércoles a
través de un comunicado en el que señalaba como objetivo la ciudad portuaria de
Haifa, a una treintena de kilómetros al sur de Líbano. En torno a un centenar de
proyectiles y drones han sido disparados mientras sonaban las alarmas ante
posibles impactos en algunas localidades del noroeste israelí en el entorno de
la frontera.
Fuentes militares israelíes han confirmado el lanzamiento de una decena de
cohetes hacia la zona de Haifa. Algunos han sido interceptados y otros han
impactado sin causar víctimas. Todo, mientras los ciudadanos se recuperan del
ataque perpetrado por Irán el martes, que activó las sirenas por todo el país.
Este miércoles, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ha
responsabilizado a la presencia de Estados Unidos y de “algunos países europeos”
en Oriente Próximo de los problemas en la región. “Lo que causa conflictos,
guerras, preocupaciones y hostilidades, deriva de la presencia de la misma gente
que dice abogar por la paz y la tranquilidad en la región. Es decir, Estados
Unidos y algunos países europeos”, ha afirmado.
Evacuaciones El ejército israelí, que ha emitido en las
últimas horas nuevas órdenes de evacuación para alrededor de 25 aldeas en el sur
de Líbano, señala que seguirá haciendo las incursiones “limitadas y localizadas”
―sin entrar en Beirut ni en las ciudades del sur― que anunció el lunes y cuyo
alcance real y número de enfrentamientos que han originado se desconoce. En la
capital, atacó “instalaciones de producción de armas e infraestructura
terrorista”, señaló. No se ha informado aún de víctimas. En la víspera, opacadas
por el ataque iraní, fueron 82, según el Ministerio de Sanidad del país.
Del fuego cruzado dentro de Líbano con las tropas israelíes ha dado cuenta,
por primera vez este miércoles, Hezbolá. El partido-milicia chií asegura haber
rechazado la ofensiva. “Una fuerza de infantería del enemigo israelí intentó
infiltrarse en la aldea de Odeiseh, la confrontaron, infligieron pérdidas y
obligaron a retroceder”, afirmó en un comunicado. Un portavoz del grupo armado,
Mohammad Afif, ha manifestado que cuentan con suficientes combatientes, armas y
munición y que solo se encuentran en la “primera ronda” de enfrentamientos
contra el ejército israelí
Otro aliado de Irán, los rebeldes hutíes de Yemen, aseguran haberse sumado
este miércoles a los ataques contra Israel, con tres cohetes Quds 5 contra
puestos militares, según su portavoz militar, Yahia Saree. El ejército israelí
no lo ha confirmado, como sí ha hecho en anteriores ocasiones: los hutíes han
lanzado puntualmente misiles y drones contra las ciudades de Eilat y Tel Aviv;
Israel, en represalia, ha bombardeado dos veces una importante ciudad yemení
portuaria, Hodeida. “No dudaremos en ampliar nuestras operaciones militares
contra el enemigo israelí y contra quienes le apoyan hasta que termine la
agresión contra Gaza y Líbano”, ha señalado Saree.
Mientras crecen las hostilidades en el sur de Líbano, el ejército israelí
mantiene su ofensiva contra la milicia palestina Hamás. En Ciudad de Gaza, al
menos 22 personas han muerto este miércoles, según datos médicos. Un ataque
israelí contra una escuela que alberga a familias desplazadas en esta localidad
ha acabado con la vida de 17 personas. Otro bombardeo contra la Sociedad de
Huérfanos Al Amal, que también alberga a desplazados, ha matado al menos a otras
cinco personas, según estas mismas fuentes.
Antonio Pita / Luis de Vega para ElPais.com 2/10/24
El veto de Israel a António Guterres, un nuevo paso en su campaña
de acoso a la ONU
María Antonia Sánchez-Vallejo (Nueva York)
Tras ser declarado “persona no grata” por Israel, y en consecuencia serle
vetada la entrada al país, el secretario general de la ONU, António Guterres, se
ha visto obligado a explicar que el comunicado que difundió el martes tras el
ataque de Irán a Israel era una condena expresa de dicha agresión, y no una
manifestación “equidistante”, como afirma el Gobierno israelí. Lo ha hecho este
miércoles, ante una sesión informativa del Consejo de Seguridad para discutir la
escalada bélica en la región, al defender que su condena al régimen iraní era
"obvia" en el contexto del comunicado de la víspera.
"Como hice en relación con el ataque iraní de abril, y como debería haber
sido obvio ayer [por el martes] en el contexto de la condena que expresé, vuelvo
a condenar enérgicamente el ataque masivo con misiles de ayer de Irán contra
Israel", dijo Guterres, que desafió implícitamente la condena de Israel al
confirmar que las fuerzas de mantenimiento de la paz de la FINUL (la misión de
cascos azules) en la línea de demarcación fronteriza entre Israel y el Líbano
“permanecen en sus puestos y la bandera de la ONU sigue ondeando [en la Línea
Azul] a pesar de la petición de Israel de que se reubique”.
Este no es el primer encontronazo entre Israel y la ONU. El primero fue el 25
de octubre, recién iniciada la guerra de Gaza, cuando Guterres se reafirmó en su
mensaje sobre las raíces históricas del conflicto después de que Israel pidiera
su cabeza. Israel bloqueó el visado al jefe humanitario y otros cargos de la ONU
tras acusar al secretario general de justificar a Hamás por afirmar que los
ataques del día 7 “no surgían de la nada”, sino tras “56 años de ocupación
asfixiante”.
“Ha llegado el momento de darles una lección”, justificó el veto a los
funcionarios internacionales el embajador israelí ante la ONU. Guterres repitió
entonces palabra por palabra el discurso que había enfurecido a Israel.
La agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA, en sus
siglas inglesas) fue el siguiente objetivo, al denunciar el Gobierno israelí la
implicación de trabajadores locales (el 99% lo son) en los ataques del 7 de
octubre. La ONU encargó dos investigaciones en paralelo, una de las cuales
constató que Israel no había aportado pruebas sobre los vínculos de empleados de
la agencia con Hamás y otros grupos armados palestinos. La investigación sí
recomendó, no obstante, reforzar los mecanismos de neutralidad de la agencia,
después de que las acusaciones israelíes llevaran a la retirada de fondos a la
agencia por parte de una docena de países, con EE UU a la cabeza, y al despido
de trabajadores.
En mayo, la ONU fue amenazada por el vicealcalde de Jerusalén tras el cierre
por ataques de la sede de la UNRWA en la ciudad. “No hay sitio para el enemigo
en nuestra ciudad santa”, dijo el edil. La campaña de acoso y desprestigio de la
ONU ha dado ahora un paso al frente, con el veto a Guterres, pero, como dijera
el secretario general de la ONU en octubre con respecto al conflicto, este veto
no surge de la nada.