El gran dilema entre un recorte de tipos de 25 puntos básicos o uno 'jumbo'
de 50 atormenta a la Fed a las puertas de su reunión de septiembre Los
analistas de Edmond de Rothschild: "Rara vez ha habido tanta
incertidumbre" El mercado laboral se deteriora, pero no hay hundimiento de la
economía Un 'gran' recorte sería preventivo pero también una señal de cierto
pánico Pocas veces ha llegado la Reserva Federal de EEUU a una reunión de su
Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) con un dilema tan acusado. Este
miércoles, el banco central de la primera potencia del planeta anunciará su
primer recorte de los tipos de interés en cuatro años. En eso no hay dudas. El
gran dilema está en la magnitud del recorte: la idea de una primera rebaja de 50
puntos básicos en vez del tradicional de 25 puntos para 'compensar' en cierto
modo el elevado rango que han alcanzado y mantenido los tipos (recordemos, unas
tasas por encima del 5%) se ha colado en el debate agitando las dudas entre los
funcionarios. Aunque la tesis de partida era y es un recorte de 25, cada mínimo
dato macro o apreciación en el debate económico hace que la balanza se incline
hacia el recorte 'jumbo', como llaman los analistas a la 'gran' bajada de 50
puntos básicos. Como se suele decir, la decisión es ahora mismo una moneda al
aire. La magnitud de este recorte es importante en la medida en la que
mandaría dos claros mensajes. Por un lado, un recorte de gran tamaño telegrafía
una senda de recortes de tipos más agresiva por parte de una Fed que
públicamente ha reconocido que vuelve a estar, dentro de su doble mandato, más
preocupada por el mercado de trabajo que por la inflación. Por otro, implica
cierto 'arrepentimiento' del banco central por no haberlos recortado antes y
dejar que, por ejemplo, el mercado laboral se haya deteriorado más de la
cuenta.
Los defensores de un recorte 'estándar' de 25 puntos básicos alegan que una
bajada 'jumbo' trasmitiría cierta sensación de histeria cuando el mercado
laboral se deteriora pero no se hunde y la economía todavía no ha sucumbido. El
crecimiento del PIB en la primera mitad de 2024 sigue haciendo gala de una
notable resiliencia y sorprendió al crecer un 0,7% intertrimestral (3%
anualizado) en el segundo trimestre y un 0,4% en el primero (1,4% anualizado).
Además, la composición del crecimiento es muy positiva: el consumo privado y la
inversión no residencial siguen tirando fuertemente de la economía. Estos mismos
'abogados' señalan que la evolución de la inflación pavimenta la pista para este
recorte moderado: la desinflación continúa, pero el estancamiento en la
inflación subyacente por culpa de la vivienda da carrete para moverse con
cautela en las bajadas de tipos.
En el bando de los defensores del recorte 'jumbo' se lamenta que la Fed ha
dejado los tipos en un nivel muy restrictivo demasiado tiempo y eso ahora se
puede pagar caro con un mercado laboral en caída y el fantasma de la recesión en
el horizonte con el consumidor estadounidense, verdadero motor económico,
completamente exhausto y sin ahorros de los que tirar.
Se esperaba que los dos últimos grandes datos macro ayudaran a decantar un
poco la balanza, pero la pugna entre unos y otros se ha mantenido. El informe de
empleo de agosto reflejaba de nuevo un claro debilitamiento del mercado laboral,
pero las cifras no recogían la sangría que temían algunos, lo que daba
argumentos a favor para las dos facciones. Después, el IPC de agosto, aunque
traía la lectura general más baja en más de tres años (2,5%), incluía un dato
intermensual subyacente una décima mayor de lo esperado (0,3%) y una
persistencia en los precios de la vivienda que volvieron a dar alas a los
defensores del recorte moderado.
Sin embargo, cuando la semana tocaba a su fin, el 'hombre al que susurra la
Fed' lo cambiaba todo. El periodista Nick Timiraos, del Wall Street Journal
(WSJ), movía al mercado -y no es la primera vez- al publicar que el debate entre
los miembros de la Fed sobre un recorte normal y uno 'jumbo' era más acusado de
lo normal. La noticia reanimó a los apóstoles del recorte grande y fijaba el
empate en el marcador. También contribuían las palabras del ex de la Fed Bill
Dudley, toda una autoridad en la materia, justificando un recorte de 50
puntos.
"Rara vez ha habido tanta incertidumbre sobre las intenciones del banco
central", escriben los analistas de Edmond de Rothschild en una nota. Los
funcionarios "están atrapados entre los signos de debilidad económica y la
inflación que se resiste obstinadamente a volver al objetivo del 2%", agregan.
Prueba de ello es que la semana pasada terminaba con un empate entre los dos
bandos (un 50% de probabilidades para el recorte 'jumbo') y esta ha comenzado
con las apuestas dando un 65% de probabilidades al recorte 'jumbo'. Hace una
semana, las probabilidades de un recorte de 50 puntos básicos eran del 30%. Hace
un mes estaban más cerca del 25%.
Edmond de Rothschild: "Rara vez ha habido tanta incertidumbre sobre las
intenciones del banco central" Javier Molina, estratega de eToro, destaca el
factor clave de la "reflexividad" en este escenario. "La Fed es consciente de
que las expectativas del mercado influyen en sus acciones y viceversa, lo que
puede generar una reacción en cadena si no maneja adecuadamente la comunicación.
Si el mercado espera un recorte de 50 puntos y la Fed solo reduce 25, esto
podría endurecer las condiciones financieras y provocar volatilidad en los
mercados de activos de riesgo", advierte en su último comentario de mercado.
Por otro lado, sigue Molina, un recorte de 50 puntos ahora permitiría a la
Fed evitar decisiones complicadas en noviembre, justo después de las elecciones
presidenciales, un entorno potencialmente muy polarizado políticamente. "En este
sentido, recortar 50 puntos ahora podría darle margen para pausar en noviembre y
evitar una reacción política y mediática en un momento delicado", apuntala.
Con un movimiento de 50 puntos básicos, ahonda el analista, la Fed optaría
por una estrategia preventiva para evitar quedar "detrás de la curva" y así
podría gestionar mejor los riesgos y proporcionar estabilidad antes de los
posibles eventos políticos en noviembre. "La cuestión que queda abierta es si la
Fed está preparada para actuar de manera preventiva o si optará por un enfoque
más gradual, y cómo afectarán estas decisiones al panorama de inversión y a la
percepción del mercado en los próximos meses", zanja Molina.
"Recuerden que, tras la decisión de esta semana, la próxima reunión del
FOMC concluirá apenas dos días después de las elecciones del 5 de noviembre,
cuando el resultado puede que aún no se conozca, y luego nuevamente el 18 de
diciembre, el día después de que los electores de cada estado se reúnan para
elegir formalmente al próximo presidente y vicepresidente, o se pondrán palos en
la rueda, como temen muchos. Parece haber un riesgo significativo de cierto
grado de disturbios civiles durante ese período, lo que difícilmente serviría
para aportar claridad a la Fed. Si yo fuera miembro del FOMC, recortaría 50
puntos básicos ahora para ayudar a aliviar la presión para grandes recortes a
fin de año", se centra en el riesgo político Erik F. Nielsen, asesor económico
jefe de grupo de UniCredit Research.
"Está claro que se espera una bajada de tipos (que debería haberse producido
hace tiempo), ya que las presiones inflacionistas siguen desapareciendo en EEUU.
Sin embargo, parece poco probable que se produzca un recorte de más de 25 puntos
básicos, ya que, si bien la Reserva Federal se retrasa en el recorte de los
tipos, un movimiento mayor podría interpretarse como una señal de pánico. Lo más
probable es que se produzcan recortes de mayor frecuencia en lugar de recortes
más importantes", opina un siempre escéptico con el actual núcleo decisorio de
la Fed Paul Donovan, economista jefe de UBS en Londres. "Inaugurar la fase de
relajación con 50 puntos básicos enviaría un mensaje ultra-dovish difícil de
controlar, haciendo que los precios del mercado bajaran aún más para toda la
trayectoria de la Fed", alerta Gilles Moëc, economista jefe de AXA IM.
"Creemos que la decisión está muy reñida y que habrá miembros del FOMC que
votarán a favor de un recorte de 50 puntos básicos. Estamos de acuerdo en que
hay muchos motivos que justifican esta medida. Las encuestas empresariales
muestran un panorama sombrío de ralentización de la actividad y la contratación.
Mientras tanto, el propio Libro Beige de la Reserva Federal sugiere que sólo
tres regiones de los EEUU experimentaron un 'ligero' crecimiento en las ocho
semanas anteriores -los bancos de Boston, Chicago y Dallas de la Fed- mientras
que las otras nueve informaron de una producción plana o en declive. Sin
embargo, la composición de los miembros del FOMC que van a votar y un cierto
grado de temor entre esos miembros a que la inflación se mantenga estancada
probablemente hará que una estrecha mayoría opte por 25 puntos básicos. No
obstante, si optan por esa cifra, creemos que el presidente Jerome Powell
adoptará una postura relativamente moderada en la conferencia de prensa y dejará
la puerta abierta a un movimiento mayor en algún momento si los datos se
deterioran", plantea el equipo de ING encabezado por el estratega James
Knightley.
"Seguimos esperando un recorte de la Fed de 25 puntos por trimestre, a partir
de septiembre. Con la economía resistiendo, no creemos que la Fed sienta la
urgencia de recortar agresivamente. La inflación por encima del objetivo también
debería favorecer un ciclo de recortes metódico", se muestran firmes los
estrategas de Bank of America (BofA). "Anticipamos que el recorte será de 25
puntos básicos, pues, a pesar de que la inflación avanza por buen camino, los
componentes de servicios han mostrado algo de resistencia a bajar, y, aunque el
mercado laboral se enfría, no colapsa. Con lo cual, con una bajada de 25, la Fed
señalaría tanto su apoyo al mercado laboral, como cautela por la persistencia de
la inflación de servicios", se pronuncia Isabela Lara White desde CaixaBank
Research.
"Un factor que aboga por un recorte de 25 puntos básicos es que el presidente
de la Fed, Powell, se ha esforzado por tomar decisiones unánimes y creemos que
partes de la Fed habrían necesitado ver una sorpresa a la baja en el IPC para
actuar agresivamente. Por otro lado, la Fed normalmente no quiere decepcionar a
los mercados en sus decisiones sobre los tipos. Además, atenerse a las
decisiones unánimes podría resultar muy difícil considerando las opiniones
divergentes sobre la política adecuada, resaltadas por la gran diferencia en las
previsiones de tipos de los propios miembros del FOMC", introduce Elisabet
Kopelman, analista del banco sueco SEB para EEUU.
Precisamente en esta reunión de la Fed llegará una nueva entrega trimestral
de las proyecciones de inflación, paro y tipos de los funcionarios de la Fed, el
célebre dot plot o diagrama de puntos. Se espera que Powell y el resto
telegrafíen tres recortes de 25 puntos básicos para las reuniones de septiembre,
noviembre y diciembre de este año, seguidos de 125 puntos básicos de recortes el
año próximo. Un lienzo que contrasta con el de las proyecciones de junio, en las
que la mediana de los funcionarios reflejaba un solo recorte de tipos de 25
puntos básicos para 2024. El deterioro del empleo, con un paro (4,3% en julio)
ya por encima del 4% vaticinado por los funcionarios en junio, ha sido
clave.
"Esta cifra es inferior a los 100 puntos básicos para 2024 y a los 150 puntos
básicos para 2025 que se barajan actualmente en los mercados financieros, pero
sospechamos firmemente que la Reserva Federal hará hincapié en la incertidumbre
que rodea a las perspectivas macroeconómicas y en su voluntad de ser flexible:
puede hacer más si los datos lo justifican. Sospechamos que la Fed mantendrá su
previsión a largo plazo para los fondos federales en el 2,8%, tras haberla
elevado a ese nivel en junio", cierra el equipo de ING.
"Creemos que habrá 200 puntos básicos de recortes en total (hasta el primer
semestre de 2026), para un tipo terminal del 3,25-3,5%. Es probable que el
endurecimiento cuantitativo cese a finales de 2024, pero podría prolongarse unos
meses más. Los riesgos se inclinan claramente hacia recortes más rápidos, con
recortes de tipos secuenciales de 25 puntos básicos como escenario alternativo
plausible", completan desde BofA. Mario Becedas 18:26 - 16/09/2024 El
Economista.