“Despacito…pasito a paso, suave suavecito”, así con mucho flow, el presidente
del BCR, Julio Velarde, al ritmo de Luis Fonsi, por quinta vez en los últimos
cinco meses, ha retrocedido en apenas un “pasito” de 0.25% la tasa de referencia
de política monetaria (TPM), situándola en 6.5% -estuvo en 7.75% en lugar de
rebajarla en 2% o más, para abandonar la política monetaria contractiva que
viene acentuando la recesión. Pruebas al canto. El monto de crédito a las
empresas, en el último año cayó en -3.7% (y a la mediana se desplomó en -13.3%),
por otro lado, el promedio de la tasa de interés de los préstamos para la
pequeña empresa ha crecido en 5% en los últimos tres años (dic2020-dic23)
pasando de 17.2% a 22.7%, a las microempresas subió 22% pasando de 22.6 a 44.2%
y el crédito de consumo subió 13% pasando de 41% a 54% (Notas de Estudios BCR N°
92). Con este costo del crédito no hay posibilidad de reactivar.
Entre los riesgos para alcanzar las metas de crecimiento económico 2023 (se
dijo 3% y se cerró con -0.5%) y 2024 (3%), el Consejo Fiscal -cuyo presidente
Carlos Oliva es director BCR- considera: la necesidad de continuar aplicando una
política monetaria contractiva como consecuencia de una mayor dificultad en
reducir la inflación (Opinión N° 3 MMM 2024-27 30/8/23). Empero, el mercado
advierte que Velarde seguirá con el Moonwalk de Michael Jackson. Luis Ortega de
Credicorp augura: “Anticipamos que el BCR … cierre entre 4% y 5% la TPM el 2024.
Solo si la FED (banco central EE.UU.) recorta su tasa …por debajo del 4% el BCR
podría recortar la TPM más de lo esperado…” (12/1/23). ¿Es que el BCR danza al
rítmo de la FED?
Sin embargo, el premio Nobel Joseph Stiglitz advirtió: “Si lo único que
tienes es un martillo, todos los problemas te parecen clavos” (Abraham Maslow
1/4/1908-9/6/1970). Que la FED (y el BCR) tenga un martillo, no quiere decir que
tenga que salir a destruir la economía a martillazos…Ello ha llevado a la
aceleración en las subidas de las tasas de interés por parte de la mayoría de
bancos centrales, que conllevan un eventual efecto recesivo (7/1/23).
Hace algunos días, Jorge Baca del MIT, al comentar que muchos analistas
sostienen que la política monetaria (recesiva) del BCR es la causante de la
actual recesión -la TPM es el doble de la inflación: 3.24%, ni que decir de las
expectativas de la Encuesta Mensual del BCR que sitúan la inflación en 2.83%-
acota: “…el manejo de la tasa que fue oportuna tanto en la crisis de 2008 como
en la del 2013, no lo fue tanto en la actual crisis…de una magnitud superior a
las anteriores … pudo ser más oportuna…”. Agrega Baca: “Utilizar la tasa de
interés pasiva (préstamos) no es suficiente ya que no incorpora el costo de
oportunidad de pedir prestado dinero…. la tasa adecuada a utilizar es la
diferencia entre la tasa pasiva y la tasa activa (ahorros) …el margen de
intermediación bancario…la descoordinación entre la política monetaria y la
fiscal puede llevarnos a una recesión como ha sido nuestro caso. Que es
necesario tomar en cuenta el impacto del margen de intermediación bancaria en la
determinación de la política monetaria. Los modelos del BCR toman en cuenta el
grado de dolarización, pero no el impacto del margen bancario en la fijación de
su política bancaria…” (Expreso 17/12/23). Más claro….